En un mundo que va a mil por hora, cuidar de nuestra salud y mantenernos en equilibrio no es tarea fácil. Muchas veces nos sentimos agotadas, desbordadas o desconectadas de nosotras mismas…y es ahí donde entra en juego una poderosa herramienta natural: los adaptógenos.
Los adaptógenos son sustancias naturales que ayudan a tu cuerpo a adaptarse al estrés físico y emocional, aportando equilibrio y mejorando tu energía de forma sostenida. Actúan como un modulador inteligente: si estás agotada, te revitalizan; si estás acelerada, te ayudan a calmarte, etc.. Se extraen de plantas y hongos medicinales, y su uso está respaldado por décadas de investigación, especialmente por el Dr. Alexander Panossian, referente en este campo. Incluir adaptógenos en tu rutina puede ser una gran decisión si ya estás comprometida con mejorar tus hábitos saludables, cuidar tu alimentación y dar un paso más hacia el equilibrio emocional que tanto necesitas.
Aunque los adaptógenos son seguros para la mayoría de las personas, no son inocuos. Es importante personalizar su uso según tu estado de salud, tus necesidades y estilo de vida. Es importante tener en cuenta que pueden interactuar con medicamentos (antidepresivos, antihipertensivos o tratamientos hormonales, entre otros) o no ser adecuados en ciertas etapas (embarazo, lactancia, etc.), por eso es clave que su uso esté guiado por un profesional.
Entre los principales beneficios observados están:
- Aumento de la resistencia física y mental.
- Mejora del estado de ánimo y reducción del estrés y la ansiedad.
- Estabilización del nivel de energía durante el día.
- Refuerzo del sistema inmunológico.
- Protección frente al deterioro cognitivo.
- Apoyo en procesos de recuperación tras etapas de mucho desgaste.
Algunos de los adaptógenos más utilizados dentro de un plan de hábitos saludables son:
- Rhodiola rosea: mejora el rendimiento mental, reduce la fatiga y mejora el ánimo.
- Ashwagandha (Withania somnifera): equilibra el sistema nervioso, mejora el sueño y la respuesta al estrés.
- Ginseng (Panax ginseng): incrementa la energía física y la concentración.
- Eleutecoco (Eleutherococcus senticosus): fortalece el sistema inmune y mejora la resistencia general.
- Schisandra chinensis: promueve la vitalidad y protege el hígado.
- Reishi y Cordyceps (hongos medicinales): con propiedades antiinflamatorias, inmunomoduladoras y equilibrantes.
Cabe destacar que sustituyen una alimentación equilibrada ni un buen descanso.
En DAE Asesora Nutricional no creemos en soluciones milagrosas, pero sí en el poder de una nutrición consciente, en la fuerza de tus decisiones diarias y en los recursos que la naturaleza nos ofrece para ayudarte a recuperar el control sobre tu bienestar físico y emocional. Si quieres que valoremos juntas si los adaptógenos pueden ayudarte, escríbeme y hablemos. Estoy aquí para ayudarte a cuidar de ti de forma personalizada, con conciencia y sin fórmulas mágicas, respetando tu ritmo y tus necesidades reales.